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miércoles, 6 de mayo de 2020

Confinamiento 2020 - Oportunidad para resetear y recobrar energías

Ya lo publiqué en twitter hace un tiempo "¿Tenemos claro en Canarias que si esta situación se alarga hasta noviembre...vamos a empatar Semana Santa con-Finados, verdad?"


Pues resulta que, como ustedes habrán comprobado -si es que aún siguen por ahí leyendo estas cosas que salen de mi cabeza, en cuyo caso se los agradezco enormemente- llevo ya algún tiempo sin añadir nada a este blog. La razón, sobre todo, es que me había desanimado mucho con mis entrenamientos y con las carreras de montaña. Si eres de esas personas que han llegado hace poco a este deporte, siento tener que decirte que, si bien has llegado en un momento en el que la evolución de material y número de carreras es asombrosa, por otra parte te has perdido la época en la que quienes participábamos en dichas carreras no éramos corredoras/es a quienes nos gusta la montaña, sino gente de la montaña a quienes nos gustaba correr.

Tengo el orgullo de poder decir que he compartido línea de salida con algunos de los más grandes corredores y corredoras de montaña del planeta, Marco Olmo, Sebastien Chaigneau, Iker Karrera, Arnau Juliá, Mónica Aguilera, Elisabeth Hawker... y digo compartir porque sí, es verdad, era aquella una época en la que tenías a tus corredores de referencia literalmente codo con codo a tu lado, no en un cajón para 'pros' 20 metros por delante de ti.



Por otro lado, el material era el que había, casi todo comprado en el Deca o en alguna tienda de surf -ya desaparecida- que traía mochilas Salomon y de otras marcas.

Hoy se viven las carreras de otra manera, más 'pro', más competitiva y menos montañera (salvando maravillosas excepciones), llegándose incluso a ver comportamientos despreciables y nada positivos no sólo en carrera, sino incluso en entrenamientos: corredores que no saludan, que dejan el monte hecho un estercolero (pensando que ya vendrá alguien a recoger el envoltorio), o que van por el sendero con la música en un altavoz bluetooth en vez de usando cascos o earpods, lo cual ya es una falta de respeto absoluta hacia el resto de usuarios del monte (entiéndelo, nadie necesita ni quiere oír tu música, por muy buena que sea).

Pero dejemos atrás lo negativo y vamos a lo que nos ocupa.

El año pasado, 2019, intenté por segunda vez completar la vuelta al maravilloso Valle de Aosta, el Tor Des Geants, pero fui muy mal entrenado, por no decir NADA entrenado, lo cual fue un error épico. Al retirarme con una lesión en la rodilla, volví a pensar en dedicarme al alpinismo y retomar mi deseo de aprender a escalar. Sin abandonar el deseo de volver a intentar más adelante llegar a la meta del TOR, evidentemente.

Llega 2020, llega la Transgrancanaria y, por primera vez desde que empecé a competir allá por 2008, decido no participar en ninguna distancia. Le comento mi situación a mis amigos Sergio Soliño, Juan Carlos Ramos Quintana y Alcides de la Cruz y, hablando hablando, propongo ser asistencia en carrera de alguno de ellos. Todo se materializa y, por primera vez, veo la Trans desde afuera, como asistencia. Mola la experiencia, la recomiendo totalmente. Lo que sucede es que me entran de nuevo las ganas de entrenar y de subir al monte a correr y de participar en la Transgrancanaria Classic de 2021 y la Tenerife Bluetrail Ultra -quién sabe si más adelante un 3er UTMB- y de hacer series en el Parque Romano y de volver a mi peso ideal y.... pam! Covid-19. Confinamiento.

El primer mes, lo reconozco, me dejo ir: me bajo las Apps UberEats y JustEat y el resto ya lo imaginan. Sin embargo, viendo vídeos y documentales en YouTube se me activó de nuevo el rollo saludable y recordé las palabras de Warren Buffet:
"En una crisis, unos lloran y otros venden pañuelos"
Eso me empujó a no desfallecer en mejorar, no sólo en lo personal, sino en lo profesional. No quiero abandonar mis sueños y, por ello, saqué del cajón mi solicitud para registrar mi marca B+ (que puedes ver junto a la barra de dirección de este blog) y, tras pagar varias veces las tasas y superar una suspensión por defecto de fondo, finalmente recibí la notificación y el título de Registro de Marca; primer paso para empezar poco a poco a crear ropa, papelería y, quién sabe, igual me estrello, pero a mis casi 45 años... o lo intento ahora o me quedaré siempre con esa espina clavada. En fin, que el primer paso ya está dado.

Además de eso, en lo personal, decidí mejorar mis hábitos de alimentación, dedicando más tiempo a mi afición a la cocina y tomé la determinación de hacer ejercicio diario (siempre que fuera posible): bajé la bicicleta de su soporte de pared, saqué del armario el rodillo y la alfombrilla y lo monté todo en el salón, junto a la ventana. Elegí esa ubicación después de ver una publicación de Eva Pérez (@evitape) en Instagram y darme cuenta de que es un sitio perfecto: puedo ver vídeos de ciclismo o viajes en la tele y, si miro a un lado veo la calle y me da la luz solar, recargando mis reservas de Vitamina D.

Desde entonces, al menos 5 días a la semana procuro ejercitarme 1 hora como mínimo e intentar llegar a las 1000 calorías de gasto energético sobre la bicicleta. De esta manera, gastaría unas 5000 calorías semanales, es decir, unas 20.000 calorías mensuales. Esta actividad, unida a una mejor alimentación en la que abundan las verduras (no, no se hagan una idea errónea, no soy vegano, aunque tienen todo mi respeto aquellas personas que sí lo sean y no insultan a quienes no lo somos) y en la que las cantidades se han reducido adecuándose al gasto diario de una persona que pasa 7 horas por la mañana frente a un portátil en modo teletrabajo y varias horas por la tarde frente al televisor -esperando a que sean las 20:00 para poder salir a trotar o echarle 1 horita a la bici- espero que me ayude a volver a disfrutar de la competición en la montaña como lo hacía hace años y evite a que me rompa.

¿Mis próximos objetivos? Bueno, el 40º Maratón de Helsinki lo han cambiado de fecha hasta el 3 de octubre, así que... si para entonces se puede viajar, viajaremos de nuevo a mi querida Finlandia y correremos. 

Si se pudiera viajar incluso antes, en agosto... pues el planazo es ascender Mont Blanc por Tête Rouge y Gouter con mi gran amigo Javier Cruz (Calima Trek) y un equipillo de muy buena gente. 
¿Más? Pues correr Transgrancanaria Classic de 2021 (sí, ahora la 'larga' de toda la vida se llama 'classic', ya no somos unos puretas, somos clásicos, como el Black Album de Metallica); viajar a Nepal a recorrer el sendero Mardi Himal en la zona de los Annapurnas con mi hija y con Sarito; volver a mi amada Escocia con mi hija para recorrer el Great Glen Way (recorrimos el West Highland Way en 2018) y ascender con ella el Ben Nevis (si la meteo lo permite)... y básicamente seguir entrenando y mejorando poco a poco para volver a intentar, cuando esté verdaderamente preparado el Tor Des Geants. De hecho, no descarto ir un verano a recorrerlo en 15 días.

No quiero extenderme más. Aprovecho para recordar que este blog no está monetizado ni nada de eso y que estoy a la disposición de quien sea para compartir mi experiencia personal y mis conocimientos en el mundo de las carreras de montaña. Así que, si alguien tiene alguna pregunta sobre material, suplementación que yo haya usado o lo que sea de nuestro mundillo montañero, pues no duden en consultarme y yo responderé lo que sepa o lo que haya probado. No descarto abrir un canal de YouTube, pero de momento, me pueden contactar por aquí o en el email daniel.quintana.santana@gmail.com

Ánimo, que esta situación acabará algún día y saldremos más fuertes.


lunes, 26 de septiembre de 2011

UTMB'11 Ep.10 La Meta, el Paraíso del Ultra Trail, un sueño hecho realidad en Chamonix

Llego a las calles de Chamonix. Cielos! Salí de este pueblo el viernes a las 23:30 y hoy domingo, después de dar la vuelta alrededor del Mont Blanc, entro de nuevo por sus calles. Rompo a llorar, la gente me aplaude y todos gritan "Bravo, finisher!", no me lo puedo creer, esto es un sueño hecho realidad, estoy corriendo hacia la meta más deseada de mi vida (hasta la fecha), giro la rotonda, veo a corredores que van andando, algunos cojeando, otros escoradísimos, que parece que se vayan a caer, bajo la calle y giro a izquierda y luego a la derecha, veo el arco de Vibram® y a una multitud que grita y aplaude, entro en la zona vallada entre lágrimas y un millón de manos que se alargan para que yo las choque con las mías, muchas gente, muchísima gente, todo Chamonix está en la calle, corro junto al río, vuelvo a pisar esas calles que tanto deseaba volver a ver, llorando, llego a la zona de la Feria del  UTMB, el Hotel Alpina, cruzo la calle, giro a la derecha, adelanto a un corredor que sólo puede caminar y le digo, "Bravo, Finisher!", él sonríe con los ojos llorosos, giro a la izquierda para entrar en la calle comercial y allí la gente se vuelca con todos los corredores, hasta los policías aplauden y te gritan, la gente me mira el dorsal, gritan mi nombre, me llaman por mi nombre y gritan "Bravo, Daniel, Bravo finisher!" Al final de la calle, giro a la izquierda, hacia la escultura del Doctor Paccard y allí, entre la multitud....Saro. Me echo a llorar, Nos abrazamos, nos besamos y ella me pregunta si quiero que ella me acompañe en los últimos metros. Le agarro la mano y corremos juntos hacia la escultura de Balmat y Saussure, giramos a la derecha, ¿Todo Chamonix? ¡Medio mundo está allí! La gente no para de gritar mi nombre, veo el letrero de la farmacia, esta cerca, está muy cerca, una "chicane" de derecha e izquierda y allí delante aparece ante mis ojos la postal más bonita que he visto en una carrera: La Place de l'Eglise, el Triangle de l'Amitie, el arco de meta del Ultra Trail du Mont Blanc. Me derrumbo, me paro, mis dos manos señalan al arco de meta y no puedo parar de llorar, cojo la mano de Sarito y corriendo, con ella a mi lado, cruzo por fin la meta soñada. Como diría Paulo Coelho: he cerrado un círculo.
Lo he conseguido.
Soy finisher del Ultra Trail del Mont Blanc.
He regresado al sitio que me vio partir hace 39 horas, 54 minutos y 27segundos.

Entrego mi chip y me dan un chaleco que hay que lucir con orgullo porque ha costado mucho esfuerzo y mucho sacrificio. Es un chaleco que dice que el que lo consiguió es Finisher del UTMB®.


Agradecimientos
No puedo cerrar esta crónica sin agradecer a todas las personas que me hay apoyado, las que me han animado, las que me han dado consejos (e incluso a las que no creían que yo lo iba a conseguir, porque eso me daba más energías para llegar a la meta).
A mis padres Inma y Salvador ¿Cómo no? Siempre han estado ahí, sin pedirme nada a cambio, sólo ser buena persona.
A mi hija, Alyssa, porque en los momentos de mayor debilidad, cuando pensaba en que igual no lo iba a poder lograr, aparecía su imagen en mi mente y me daba fuerzas para levantarme y seguir adelante. ¿Abandonar pudiendo continuar? No te podía hacer eso, mi vida. Nunca abandones.
A mi primo Acaymo, porque con él entrené aquella Trans del 2008 y porque aunque tu lesión no te permitió acompañarme en este largo y arduo camino, uno de los dos miembros del equipo tenía que lograrlo y quiero que sepas que una gran parte de esto es gracias a tí.
A Sarito, mi novia, porque comparte conmigo este amor por la montaña y la naturaleza, este amor por las carreras por montaña y porque siempre ha confiado en que yo lograría llegar a la meta. Te amo, Sarito.
A Fernando González Díaz, por tus sabios consejos, fruto de la experiencia en esta y otras muchas carreras.
A Cristo Acosta, por aquella frase "He visto senderistas llegar y corredores morir".
A Albertito, por tu asesoramiento técnico.
A Pedro M. "Indi", por enseñarme a orientarme por las montañas.
A Carlos González Díaz, por enseñarme a hacer más corta una carrera tan larga.
A todo el equipo Arista, por apoyarme y darme alas para correr más y mejor.
A Manolo Cardona, del Club Neophron, por enseñarme a subir cuestas sin cansarme tanto.
A Antonio García "Tolo", por decirme una y otra vez que no abandone. En 2012 te toca a tí, Tolo.
A Conchi Antúnez, por decirme en 2007, "Apúntate a la Travesía". Ahí empezó todo, Conchi. Infinitas gracias!!!!!
Se me olvida nombrar a muchas personas, muchísimas, pero quiero que sepan todas las personas que me han apoyado y me han dado algún consejo, que me han tranmitido esa energía positiva, que los llevo dentro, en mi mente y en mi corazón y que sin esa energía, igual no hubiera podido llear a la meta. Muchas gracias!!!