lunes, 1 de agosto de 2011

Pruebas de material: Compressport® ForQuad® y R2®

Quedan sólo 25 días para la fecha: 26 de agosto de 2011. Ese día, a las 18:30 hora de Francia, 2600 almas saldrán de Chamonix en dirección al interior de sí mismos y, mientras tanto, darán una vuelta enterita al Mont Blanc, recorriendo 167km y pasando por 3 naciones: Francia-Italia y Suiza.
Ese día, a esa hora, una de esas 2600 almas será (si todo sale bien en estos 25 días) la mía. Ciento sesenta y siete kilómetros es mucho, más aún cuando no son en llano. Para dar la vuelta al Mont Blanc se ha de ascender y descender 10 cimas. De esas 10, 7 superan la cota de los 2000m de altitud (podría decir 8, pero Bovine llega "sólo" hasta los 1987m, uyyyyy!) y de esas 7 (prepárate!), 4 superan los 2400m. Con todo ello, las cifras de la prueba se salen de cálculos: 9500m de desnivel positivo acumulado aproximado. Como la salida y llegada tienen lugar en el mismo sitio, esos 9500m que habremos de ascender, también los tendremos que descender, lo que nos da una suma total aproximada de 19000 metros de desnivel acumulado total, sí, diecinueve mil!!!
Cuando lees eso en el perfil y datos de la prueba te preguntas "A ver, ¿Quién me manda a mí a meterme en este berenjenal?" y lo segundo es "Socorro!". Y es precisamente esa llamada de socorro la que un día llegó a los oídos de una empresa textil que decidió que podría facilitarnos un poquito las cosas o, al menos, que esos 9500m p'arriba y p'abajo fueran pasando lo más cómodamente posible (posible aquí debe entenderse como lo que es: "como buenamente se pueda"). Esa empresa se llama Compressport® y fabrica unos compresores que ayudan a que el músculo realice su cometido sin sufrir extensiones ni compresiones extremas, lo mantiene en su sitio, lo cual también ayuda a que la circulación venosa mejore al no sufrir aplastamientos cuando el músculo se expande en exceso. Compressport ha fabricado para nuestro tren inferior, entre otros, tres productos que son una genialidad: compresores de pantorrilla (yo he probado los R2 -Race & Recovery-  que son tanto para competición como para relajación) que mantienen a los gemelos, tibiales, peroneales e isquiotibiales en su sitio; compresores de cuádriceps (y bíceps femoral, claro) llamados ForQuad y, finalmente, los Full-Leg, que son unos compresores para la pierna completa (estos últimos aún no los he probado).

Primeras sensaciones
A simple vista, los compresores de Compressport® parecen frágiles, como medias femeninas, pero no lo son. Antes que nada hay que asesorarse con respecto a la talla. Yo no me lo pensé y me fui a la tienda que tiene los mejores precios en este segmento: Arista. Allí, Ferke me asesoró con respecto a modelos y tallas y me terminé comprando los R2 y los ForQuad.

Compressport® R2®
Cuesta un poco meter el pie, pero una vez colocado, notas al momento la presión (nada incómoda) en toda la zona de gemelos y tibiales. Son comodísimos y, por qué negarlo, tienen una pinta "pro" que aporta un cierto efecto placebo cuando uno se mira al espejo.


Compressport® ForQuad®
Estos son los que aportan unas sensaciones más discordantes. Me explico, cuesta un poco ponérselos. hay que dejar claro que es un compresor y, por tanto, es mucho más estrecho que nuestro muslo. Y hay que subirlo hasta la ingle! Bueno, suerte que son fuertes, porque de no haberlo sido, mis dedos lo hubieran atravesado al intentar subirlo hasta arriba desde la rodilla. La cuestión es que debe ser que yo tengo la zona de los abductores bastante ancha, porque me apretaban mucho al colocarlos en su sitio. Una vez colocados, hay que poner el pie en una superficie elevada (a la altura de una silla, por ejemplo) para que se termine de colocar el compresor solito de una manera cómoda. Lo que hay que destacar es que, una vez ya está todo en su sitio, la sensación es similar a la de los R2. Funcionalidad ante todo.

La prueba
Ya vestido de esa guisa, me puse unos shorts cómodos y me eché al monte. Sarito y yo nos fuimos el viernes 29 de julio a Tunte (San Bartolomé de Tirajana) y ya de camino, a la altura de Fataga, el termómetro marcaba 37ºC. Pero como reza el dicho: Las cabras tiran p'al monte y para allá arriba íbamos. Dejamos el coche en el parking del Hotel Las Tirajanas y nos echamos a correr por el Camino de Santiago de Gran Canaria, ruta que también sigue la Transgrancanaria (123km y 96km) en dirección a la Cruz Grande. Mi intención era subir por la ruta de la Transgrancanaria Sur-Norte por el Paso de la Plata, hasta el Pico de Las Nieves (1949m). La sensación inicial era extraña en los cuádriceps, pero esa sensación desapareció al poco rato cuando entré en calor y los ForQuad® comenzaron a realizar su labor. Los R2, como si no los llevara puestos, comodísimos, pero trabajando realmente bien, durante los primeros kilómetros trotando cuesta arriba sólo notaba trabajar los muslos, gemelos y tibiales, como si nada. Llegué a Cruz Grande en 35', crucé la carretera y comencé el ascenso hacia el Paso de la Plata. Genial! Los compresores me permitían una movilidad total, sujetando los grupos musculares con gran efectividad. Cuando de verdad los gemelos y tibiales se pusieron a trabajar en serio, los R2® ayudaban a que el esfuerzo no produjera dolor ni agarrotamiento. Llegué a la base empedrada del Paso de la Plata y comencé a subir por esos rampones del 24% de pendiente como si hubiera empezado el entrenamiento allí mismo. Total, 6' desde la base hasta el final del último tramo adoquinado. Nunca había subido esas zetas tan rápido (y no troté en ningún momento, quería utilizar la pierna entera, sin bloquear ningún músculo a base de saltitos). Cuando llegué a la zona más llana en el pinar, troté sin apenas notar el esfuerzo anterior (ojo, que he usado un "apenas"! Noté el esfuerzo anterior, pero no lo que habría notado si no hubiese llevado los compresores). Llegué a la Degollada de los Hornos y giré a la derecha, abandonando el Camino de Santiago, para continuar por la ruta de la "Trans" en dirección al punto más elevado de Gran Canaria.
Quienes conocen esa ruta saben que poco después de la Degollada de los Hornos, hay una corta pero durísima subida en medio del pinar que salva un desnivel de unos 30m de altura en algo menos de 50m de sendero. Ahí probé los R2® y ForQuad® en toda su magnitud haciendo trabajar a los gemelos y cuádriceps a destajo para subir ese rampón lo más rápido posible realizando el recorrido completo de la pierna en flexión y extensión. Una maravilla. En esos 50m me puse en 180 pulsaciones, pero las piernas iban como si sólo hubiese subido las escaleras de mi casa. La siguiente prueba vendría algo más adelante, en el último tramo que conduce al Pico de Las Nieves. Más de lo mismo. Oía perfectamente el pulso en el interior del oído, pero las piernas, algo cascadas ya, no mostraban síntomas de fatiga (estaba yo más cansado por los cambios de ritmo que las piernas!).
Tiempo total: 01h56'. Aún miro el GPS y me asombro. Lo tengo claro: para el UTMB, llevo los R2®, seguro. Los ForQuad® no, porque la licra larga Mizuno® ya comprime lo suficiente esa zona como para añadir más presión. De todos modos, hoy haré una prueba de comodidad en casa antes de lavar los compresores (a mano, por supuesto, que son prendas delicadas).
Ah, por cierto, en Arista (c/ Lepanto, 47, Las Palmas de Gran Canaria), los ForQuad® cuestan 60€ y los R2®, 35€ (para las tallas que yo llevo). En otro comercio muy famoso de esta isla y que está especializado en surf, los ForQuad® cuestan 88€ y los R2®...,no me acuerdo, pero eran más caros que en Arista.