miércoles, 27 de diciembre de 2017

Estoy de vuelta. ¡ Transgrancanaria Advanced 2018 con más ganas que nunca!

 

¡2014! Hace ya casi 4 años de la última vez que crucé la meta de la Transgrancanaria. Fue en el Faro de Maspalomas, aquel año ganó Ryan Sandes y la carrera estaba patrocinada por The North Face.
Mucho ha cambiado la Trans y el mundo del trail desde entonces, y eso que ya hace 4 años el mundo del trail no era como allá por 2008, cuando tomé la salida en mi primera participación en la que hoy es una de las carreras por montaña más importantes del mundo.



Lo mejor es que nunca he tenido que dejar de participar y, sobre todo, que es la carrera de casa, la de mi isla, lo que me convierte en uno de los corredores de montaña más afortunados del mundo: no tengo que viajar largas distancias ni volverme loco con los traslados, alojamientos, etc para poder participar en ella.

Como contaba al principio, la última vez que pude cruzar la meta de la Transgrancanaria fue en 2014. En 2015, la calima (polvo en suspensión) que había en el aire y el haber pasado una semana previa a la carrera con una fuerte afección pulmonar, me impidió disfrutar ni siquiera de un sólo metro de la carrera, viéndome abocado a abandonar en Artenara, por no hacerlo en Altavista, obligando a la organización a evacuarme.
En 2016, un error mío (que descubriría al año siguiente) en la elección del calzado tuvo como consecuencia mi retirada en el avituallamiento de El Garañón con un insoportable dolor en los metatarsos.
Este año, en 2017, la organización creó una nueva modalidad de carrera, adoptando (copiando, si lo prefieres - pero lo bueno hay que copiarlo, si no, todos tendríamos las mismas cosas) el concepto de la PTL del Ultra Trail du Mont Blanc: una carrera en autosuficiencia, sin balizamiento, con el recorrido publicado a tan sólo 10 días previos a la salida y la necesidad de poseer conocimientos de montañismo, orientación, gestión del sueño y de la energía y, sobre todo, saber cómo moverse por un terreno hostil como es la montaña en condiciones meteorológicas cambiantes con la única ayuda del GPS, mapas, brújula y, por qué no asumirlo, la propia intuición montañera proporcionada por la experiencia.
De mis experiencias en la 360º, nombre que tiene esta nueva modalidad de la Trans, ya hablaré más adelante (prometido), porque aún me encuentro intentando que o bien el seguro de la Licencia Federativa o la organización me reembolsen de alguna manera los 76€ de la factura del Servicio Canario de Salud que tuve que pagar por una, afortunadamente, simplísima y casi nefasta asistencia médica en el Centro de Salud de Guía, centro sanitario al que el jefe del puesto de control de la carrera indicó que me llevaran, a pesar de ver en el listado (intuyo) que yo estoy federado y, además, con Arista, club íntimamente ligado a la empresa Arista Eventos, organizadora de la carrera. De momento, ni la organización ha terminado de pronunciarse sobre su parte de responsabilidad, ni el seguro ha terminado de entender que, después de 133km y 48h casi sin dormir, yo no me encontraba en las condiciones necesarias como para acertar a indicar que estaba federado y que la factura se la tenían que enviar al seguro de la Licencia Federativa. Todo se andará, estamos "en negociaciones". Lo dicho, cuando por fin termine todo este asunto de la factura, ya escribiré largo y tendido de mi experiencia en la 360º.

De momento, dejo atrás ya el 2017 con los ojos mirando fijamente al 2018 y los años que vendrán, espero, con más kilómetros, más montañas, más carreras y más alegrías. Y esto lo hago ya a mis 42 años, comprometido con un plan de entrenamiento y dieta específica, haciendo verdaderos sacrificios tanto en las comidas de empresa y amigos, como en las reuniones familiares de navidad, procurando no aumentar de peso ahora que estoy quitándome kilos y mejorando mi condición física.


¿El objetivo? Por supuesto, cruzar de nuevo la meta de la Transgrancanaria con diginidad (como dice mi amigo Carlos Ultrarun), esta vez en la distancia Advanced que, en 2018, tendrá 64km y, sobre el papel, 3200 metros de desnivel positivo acumulado.
Para poder volver a disfrutar de la carrera, incluso sufriendo, me he puesto en manos de un muy buen amigo que sabe mucho de esto y con el que he vuelto a sentir mejoría física, mejoría de rendimiento; su asesoramiento y dirección en cuanto a dieta y entrenos me ha devuelto las ganas de echarme al monte a correr, de volver a fijarme metas mayores como volver a intentar completar el Tor Des Geants, TDS y quién sabe qué otras metas volveré a cruzar con la ayuda y compañía de mis amigos Sergio, Juan Carlos, Alcides, Gregorio, Ariel, Laure, Vissen, Goyo, Pino y Juan y de mi familia, mi primo Acaymo, mi hija Alyssa y mi pareja, Saro.

De momento, ya he conseguido mejorar en 25' mi tiempo en ayuna de hidratos de carbono desde Artenara hasta Tejeda y mis sensaciones hasta Tunte. Quienes ya han leído alguno de mis artículos anteriores, sabrán que me gusta mucho, muchísimo, reconocer el recorrido de una carrera antes de participar en ella: lo he hecho en todas mis participaciones en la Trans menos en la del 2017 (por límite de tiempo) y, sobre todo, antes de mi participación en mi primer UTMB en 2011, recorriendo toda la ruta en 8 días con el mochilón de 15kg en la espalda; como también lo hice recorriendo la ruta del LUT (Lavaredo Ultra Trail) en 2013, justo una semana antes de mi 2º UTMB y un año antes de participar en la carrera dolomítica.

¿Mi objetivo de tiempo para la Advanced?
Veamos, vamos a ser realistas, al maestro Yera sólo lo podré ver minutos antes de la salida, al igual que a los "bombas" que irán a intentar llevarse la 1ª posición, Jordi Gamito, Esteban, Efrén, Alex Fraguela, etc, etc. También habrá que tener en cuenta que, a menos de 1km de la salida, el sendero se estrecha y se van a formar tapones que habrá que sortear como se pueda y con cuidado porque por un lado hay una caída vertical de varios cientos de metros (y volver a recorrer el camino después de caerse esa altura es un coñazo). Por ello, tengo varios planes, como siempre:
  • Acabar en 9h o menos
  • Acabar en 10h o menos
  • Acabar. Ni más, ni menos.
Sólo quiero llegar al Barranco de los Vicentillos con piernas para hacer de tractor 😉, y disfrutar, por fin, de una entrada en meta, con lágrimas en los ojos y los brazos en alto; ver a mis amigos en la meta y fundirnos en un abrazo, orgullosos de haber hecho bien los deberes.

Sobre el asunto del material, próximamente publicaré un artículo sobre lo que yo voy a llevar, ya que soy un "corredor del montón", como casi todos, que no puede permitirse material tope de gama, ultralight, ultra-comprimible y tengo que ir con una mochila que pesará unos 2kg con el agua y todo. Pero eso es otro artículo que vendrá con fotos y novedades (ya que mi Garmin Foretrex petó del susto al meterle el track de la 360º el año pasado 😂😂😂).

A quienes sigan por aquí, muchísimas gracias por darme ganas de volver a escribir. A quienes se fueron de este blog, pues lo siento mucho, en serio. Espero que un día vuelvan a leer algo de lo que por aquí escribo y, al menos, aparezca una sonrisa de esas que tanta falta nos hace últimamente en este mundillo del trail y en la vida en general. A quienes se puedan sentir molestos por lo que aquí escribo, pues "quien se pica es porque ajos come", nada de lo que he escrito es mentira y si la verdad duele, es porque es verdad. A mi edad, con lo vivido en la montaña y, teniendo permanentemente en la memoria a quienes ya no se encuentran entre nosotros... si mis palabras te duelen, ponte pomada y abróchate el cinturón que vienen curvas.