jueves, 31 de marzo de 2011

Garmin®Foretrex 401


Bueno, pues ya tengo en mis manos el Garmin®Foretrex 401.
A simple vista, sin sacarlo de la caja, no es un mamotreto. No pesa mucho.
Una vez abierta la caja, exploramos su contenido y comprobamos que trae el aparato, trae su pulsera y varios CDs de instalación y manuales para ahorrarse papel. Así, de paso, hemos salvado un par de árboles, que no está nada mal.

Por lo que se puede ver en su guía de usuario, la guía rápida, el funcionamiento es bien sencillo y el interfaz de usuario (lo que se ve en la pantalla) es muy comprensible, sin vocabulario incongruente ni demasiado técnico. Donde pone “crear waypoint” pues es para crear waypoint, no para otra cosa. Estoy deseando ponerme a utilizarlo, tanto para crear rutas como para descargar rutas de Wikiloc, cargarlas en el GPS y ponerme a andar.

Cuando vaya aprendiendo más de su utilización, añadiré más cosas. De momento, sólo puedo decir que estoy muy contento por esta adquisición. Parece ser que con la edad uno valora mejor las compras y no lo hace sólo por capricho. Eh! Que sólo me hago viejo por fuera, no por dentro!!

martes, 29 de marzo de 2011

Próximas adquisiciones

Sí, muchos os diréis "Claro, el Dani ha vendío el Polo y se va a pulir los emonumentos!". Pues va a ser que no. Se siente. La economía no está para grandes gastos, pero sí lo está para cosas que son imprescindibles. ¿Y qué considera imprescindible el Dani? Pues bien, para empezar, no puedo correr el UTMB con las cosas aquellas rojas que me dejaron los pies hechos polvo. Toca invertir en calzado. Es verdad que ya había dicho que me iba a comprar las LaSportiva®Raptor, pero se han dado dos circunstancias que me han hecho revalorar esa decisión. La primera, que la tienda Mandala Climb ya no la tiene en stock y segundo porque me he dado cuenta de que la suela es Frixion®XF y según su carta de propiedades, el agarre es brutal, pero su resistencia al uso.........bueno, no es de lo mejor (eso, intuyo, repercutirá en la amortiguación). Por ello y tras la prueba que Sarito ha podido realizar bajo sus pies en la Transmaratón 2011, posiblemente me decante por las LaSportiva®Wildcat, cuya suela es la Frixion®AT aunque pesan más (690gr el par). También había valorado la opción LaSportiva®Crosslite (misma suela, pero súper ligeras: 580gr el par), pero parece ser que de amortiguación no va muy bien, sobre todo para carreras largas y, claro, 166km se puede considerar una carrera larga y yo, con mis 72kg de peso, no es que pueda ser considerado como un "corredor ligero". De todos modos, debo ser consecuente con la realidad y valorar la cantidad total de kilómetros que les voy a meter en total (no quiero llegar a Trient con la suela reventada y pagarlo en las dos últimas ascenciones y bajadas). Quiero hacer un par de entrenamientos con las zapatillas antes de la Artenara Trail, digamos de unos 15km cada uno (30km); correr la Artenara Trail (30km) y luego correr la UTMB (166km) -los entrenamientos los haré con otras zapatillas, para no quemarlas- total: entre 226km y 300km. Lo valoraré. Igual la suela Frixion®XF aguanta bien toda esa purriada de kilómetros.




Otra cosa: GPS
El GPS es un invento genial. A mí se me dan más o menos bien los mapas y las brújulas, pero en la noche, con niebla, la posibilidad de mirar a un aparatito que tienes en la muñeca y que te marca con una flechita la ruta....ufff, pocas cosas te dan tanta seguridad en un camino. Yo ya tengo un GPS de la marca Polar® que va muy bien para entrenar, pero que no tiene la función de brujula digital ni carga de tracks ni características similares. Casi todos los que corren en carreras por montaña (menos el gran entendido ser13gio) usan GPS de la serie Forerunner. Esos GPS son unos mamotretos tremendos que básicamente cumplen la misma función que el mío, pero a los que sí puedes cargar los tracks y te van contando la distancia que llevas, la que te falta, etc. El buen ser13gio tiene una maravilla de Garmin® llamada ForeTrex 401 que, aparte de esas características, tiene brújula digital, marca el recorrido, etc., y cuesta la mitad que las bombas esas que algunos llevan en la muñeca. Además, según comenta ser13gio en su blog, con una buena pila de litio, la autonomía podría llegar a las 30 horas. Ya llamé a Garmin Ibérica, me han dicho que el distribuidor en Las Palmas de Gran Canaria es Visanta :( he llamado allí y me han dicho que no lo tienen en stock, pero como Garmin Ibérica en Hoya Andrea sí tiene uno en almacén, me lo pueden pedir para que llegue al día siguiente. Lo mejor, que si lo llevo al TMB con Sarito, podemos cargar los traks del UTMB, seguir el recorrido y, junto con los mapas, ya no nos deberíamos perder. Además, esta maravilla incorpora una función con la que, si te sales del camino, te lo va marcando con una línea de puntos para que sea fácil regresar a la ruta prefijada.
Bueno, cuando lleguen los mapas y las cosillas que compré en la tienda virtual del UTMB os comentaré mis otras adquisiciones (me he pillado un polar The North Face TKA 200 del UTMB por 40€!).

jueves, 24 de marzo de 2011

¿Barrabés? ¡Un revés!

Andaba yo preparando la lista de equipamiento que debo llevar al TMB y al UTMB. Como dentro del material obligatorio me faltan aún algunas cosas, pues me preguntaba yo si podría comprar algo por internet. Lo que sucede es que debo comprar material de calidad -no quiero subir el Col de la Seigne (2516m), de madrugada, en medio de una ventisca, a 1ºC o menos, con un polarcillo de 10€ del "decartón". No es que no pueda hacerlo, a ver, si hay que patear a 0ºC, se camina y se pasa ese col lo mejor posible para bajar hasta Lac Combal y recuperar algo de temperatura. Después de Lac Combal viene el corto ascenso a la Arète de Mont Favre y descenso hasta Courmayeur donde me puedo cambiar de ropa y comer calentito. La cuestión no es esa. El problema con el frío es que es un arma de doble filo de la montaña. Por un lado, es cierto, el frío no te hace sudar, no pierdes electrolitos, es cierto. El problema con el frío es que sí te deshidrata sin sudar. ¿Cómo lo hace? Sencillo, de noche y con frío no bebemos tanto como de día y con calor. No bebemos tanto porque no nos da sed. Aún así, seguimos ascendiendo una montaña de 10km de largo y 967m de desnivel positivo. Nuestro cuerpo está usando energía para subir nuestros kilos hasta esa altura. Por otro lado, el frío nos baja la temperatura, pero nuestro cuerpo es inteligente y se dedica a aumentar el rirmo cardiaco, aparte de poner en marcha otros mecanimos moleculares y celulares que nos mantienen la temperatura, pero que, como mecanismos que son, utilizan energía. Todo ese gasto de energía, el de las piernas, que no podemos evitar y el del frío, que sí podemos evitar, nos provocará más adelante, cuando más lo necesitemos, una soberana "pájara" que nos dejará fundidos, incluso comiendo (ya que comiendo también utilizamos energía). Dicho esto y entendiendo que en una empresa tan grande como el UTMB lo más importante es ahorrar energía, ¿En cuál de esos tres factores podemos ahorrar dicha energía? En la lucha contra los elementos; la lucha contra el frío. No se trata de pasar el Col de Bonhomme (2479m), el de la Seigne (2516m) y la Arista Mont Favre (2435m) de noche y amaneciendo, con mucho frío, llevando sobre el maillot un polar "decartón". Ahí es donde no nos podemos andar con chiquitas, ahí es donde hay que invertir. De nada nos sirve llevar unas zapatillas buenas, unas súper licras, compresores, un maillot de buena calidad, mochila tope de gama, GPS de última generación y demás material si luego, donde perdemos calor (por arriba) tenemos un polar de 10€. Como, además, es material obligatorio este año 2011, me dispuse a buscar por la web un polar que me gustara y que tuviera las características que necesito (ligereza, protección y buen precio). Aquí no se puede escatimar ni irse "al chino" a comprar. Tampoco se puede ir a una sucursal de Inditex, ¡Seamos serios! Cada cual a lo suyo. Yo, automáticamente pensé en la marca que le veo puesta siempre a los turistas alemanes, suizos y austríacos: Berghaus®. Igual es una chorrada, pero desde mi islita atlántica con 1949m de altura, la ropa técnica que lleven muchos "alpinos" como son los bávaros, los austríacos, los italianos del norte y los suizos.....no sé, pero me da cierta confianza. La otra opción, cómo no, es The North Face® y es aquí donde empieza la decepción (desde ya, quiero dejar claro que no tiene nada que ver con la marca, de la que estoy encantado). Me meto en la página web de The North Face y veo el polar Apex Zeitgeist 3/4 Zip. Veo que el distribuidor autorizado en España es Barrabés y me meto en su web. En dicha página no se ve por ningún lado esa chaqueta pero aparece ante mis ojos una maravilla llamada The North Face Apex Vicente, que pesa 380gr y tiene las tecnologías PolarTec® y Apex®.

Genial! me digo. Me registro en la página web de Barrabés, inicio el proceso de compra para saber cuánto me costará la broma cuando finalmente lo haga y veo que todo sale 106€. Hasta aquí, mi ilusión iba aumentando hasta que se encontró con el acantilado de la realidad. En el listado de provincias a las que Barrabés envía por correo no aparece ni SC de TF ni Las Palmas. Oooops! Es decir que Barrabés no envía ni siquiera a la isla donde se encuentra la mayor altitud de toda España. Como mucho, envían, fuera de la península, a Baleares. Anda! Es decir, que para los de Barrabés, nuestras dos provincias canarias no existen. Vale, yo me las cobro y ya las devolveré en su momento, pero, por mi parte, Barrabés no va a tener precisamente mucha publicidad positiva.
Seguiré indagando la manera de comprar esa prenda. Algo me dice tras la oreja que tendré que esperar a llegar a Chamonix para comprarla.

lunes, 21 de marzo de 2011

And the winner is............

Ya está.

Ya he tomado una decisión. Puede parecer una chorrada, pero no es un paseo por el monte, ni un par de vueltas al Parque Romano de Las Palmas de Gran Canaria. Estamos hablando del Ultra Trail du Mont Blanc. Estamos hablando de algo más de 166km (sí, ciento sesenta y seis kilómetros) por las calles de Chamonix, por asfalto hacia Les Houches, senderos, rocas, pistas de tierra, más asfalto, más rocas, más grava, más pistas de tierra y, esperemos, las calles de Chamonix. Estamos hablando también de un desnivel positivo acumulado (¿Desnivel total acumulado? NO! Desnivel POSITIVO acumulado de 9500m). De un desnivel total acumulado de 19000m, porque si sales de Chamonix y vuelves al mismo sitio, todo lo que subas, tendrás de bajarlo. Eso, sobre el papel, asusta. Y asusta un montón. Ya allí, se me van a poner los "ovos" de corbata. Estamos hablando aquí de casi 4 maratones de montaña seguidas, de subir 10 montañas (si entendemos el ascenso a Champex Lac como una montaña, que en realidad no lo es), hablamos aquí de que de todas esas cuestas, 6 serán por encima de los 2000 metros y, de esas 6, 3, serán por encima de los 2500 metros (Col du Bonhomme 2443m, Col de la Seigne 2516m y Grand Col Ferret, cima de la carrera con 2537m).

Por tanto, las únicas cosas que me van a mantener unido al suelo y de las que dependerá en gran medida mi llegada, en mejor o peor estado, a la meta, serán las zapatillas. Como escribí en mi última entrada, mi elección estaba entre las Single-Track® de la marca The North Face® o en las Raptor® de la marca LaSportiva®. Las últimas me las he puesto y son realmente cómodas. Las primeras aún no me las he puesto, he de ser sincero. De todos modos, me he dedicado algunos días a leer revisiones de los dos modelos y, teniendo muy en cuenta la opinión de Sarito, que tiene unas LaSportiva® Wildcat®, el haber visto a Lizzy Hawker (profesional de The North Face®) corriendo y ganando la Transgrancanaria 2010 con unas Raptor® y ganando la The North Face® Transgrancanaria 2011 con unas Wildcat®, junto con mi conocimiento sobre la marca, me ayudan a inclinarme por las de la firma italiana.
He decidido que correré la Artenara Trail y el Ultra Trail du Mont Blanc con las LaSportiva® Raptor®. Que sea lo que mamá natura quiera.

The Winner: LaSportiva® Raptor®

jueves, 17 de marzo de 2011

Dudas sobre material ¿Single Track o Raptor?

Aaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!! ¿Qué me pongo en las pataaaaaaaaaaaaaaas?

Grises olas cubiertas de dudas golpean en mi cabeza como si de una revuelta marejada, con mar de fondo y "reboso" se tratara. Lo único seguro es que las Ascend 4 de Mizuno®...lo siento mucho, pero no. Aún me duelen las plantas de los pies con sólo pensarlo. Zapatero a tus zapatos (nunca mejor dicho) y que cada marca se dedique a lo que mejor le sale. Evidentemente, en pista y asfalto, Mizuno®, Asics®, Sucony®, Adidas®, Nike®, New Balance®, etc, son marcas imbatibles, pero cuando la cosa se pone cuesta arriba y con piedrecitas...por favor, arrodíllense marcas de llano ante las jefas de la montaña: The North Face®, LaSportiva®, Lafuma®, UnderArmor®, Vasque®, Salomon®, etc. ¿Y dónde está la duda? Pues que en esta pasada edición de la Trans 2011, Gilberto Molina, Seb Chaigneau y Zigor Iturrieta utilizaron las The North Face® Single Track, Lizzy Hawker utilizó unas LaSportiva® Wildcat (el año pasado, ganó también llevando unas LaSportiva® Raptor, que es mi primera elección para el UTMB'11) y, sinceramente, no sé qué hacer. Si uso unas Single Track o unas Raptor (¿O unas Wildcat? la suela FriXion "X" azul tiene menos grip que la "X" verde, pero mayor resistencia al desgaste. Claro, aquí genial porque abundamos en piedra y roca, pero en UTMB, me han contado que la mayor parte es sendero de tierra, por lo que la "X" verde iría muy bien).

Creo que lo que debería de hacer es ir a la tienda, utilizar las dos zapatillas y decidirme. Lo bueno que tienen las The North Face es que incorporan en la mediasuela esa capa extra de protección contra las piedras muy angulosas.

En cuanto a licras.....sé que para la salida quiero llevar las Mizuno® de Sarito, las largas. Repelen muy bien el agua y para el frío de la noche a través de los cols de Bonhomme (2479m) y la Seigne (2516m) me vendrán muy bien. Luego, en Courmayeur, me podría cambiar y utilizar las Raidlight® que, junto con las medias de presión, cubren toda la pierna y la organización no pondrá pegas.

Compresores. Me gustan los compresores. Sobre todo los de los cuádriceps. Los de pantorrillas...como ya llevo las medias de presión...igual paso, pero los de cuádriceps me ahorran una pasta en tape. Me gustan mucho los Quad de Compressport. A los chicos de la marca, se les ha ocurrido una buena idea que en UTMB triunfará con la nueva medida que nos obliga a llevar toda la pierna cubierta: las Quad de pierna entera, que unen compresor de cuádriceps y de pantorrilla. Todo en una sóla prenda. Yo, aún así, me protegeré los ligamentos rotulianos, los isquiotibiales y los tibiales con tape, que ya me han contado como son las bajadas. Sobre todo le temo a la bajada hacia Trient, que según parece es muy pendiente y, para entonces, nuestras piernas ya llevarán 132km (se dice pronto, eh?) y aún les quedará la ascensión a Catogne (Col de Tseppes), el descenso a Vallorcine y posterior "escalada" a la Tête au Vents (el descenso a Chamonix, como ya uno caminará de manera automática, pues no lo cuento, aunque no olvido que son 6km).

Cuando me haya decidido, lo comentaré por aquí.

miércoles, 9 de marzo de 2011

REFLEXIONES POST-TRANS-UMÁTICAS

Bueno, ya nos hemos recuperado casi del todo. Digo casi porque aún noto unas "cosas raras" en los gemelos. No las quiero llamar "agujetas" porque ya no lo son. Lo otro, que me molesta más aún que los gemelos, son las "solladuras" (como llamamos en Canarias a las rozaduras producidas por algún tejido sobre la piel) que tengo en las ingles y que me tienen hablando solo.

Una vez terminada la Transgrancanaria y pensando ya en la próxima cita, la Artenara Trail que se celebrará el 19 de junio, empiezo a valorar a posteriori las cosas que he ido aprendiendo durante los 123km de carrera.

Agua:
Genial el usar sólo los bidones y, puntualmente en la Presa de Las Niñas, un litro del camelback. Es infinitamente más cómodo correr con los bidones. El llevar agua en el camelback, como hacía en las anteriores carreras, sólo tenía como consecuencia un cansancio innecesario ya que siempre llegaba con mucha agua a los avituallamientos. En este caso, en ningún momento temí quedarme sin agua, aunque bien es cierto que siempre llegaba a los controles con alguno de los dos bidones vacío. En la Artenara Trail probaré lo mismo. Tengo entendido que en el UTMB, los avituallamientos están si cabe, aún más cerca unos de otros, lo cual refuerza la solución de sólo bidones con líquido y el camelback atrás (nunca se sabe), pero vacío.

Comida:
La comida que utilicé se resume en 3 barritas energéticas Enervit® (2 de cacao y 1 de manzana), 3 geles energéticos con cafeína Enervit®, 2 sobres de gelatina Enervit®, 2 sobres de Recuperat-Ion®, 1 sobre de Flec-To-Min® (que en el UTMB será Recuperat-Ion®), 2 sobres de Enervit® (que en el UTMB serán Recuperat-Ion®), 4 pastillas de goma y 1 rapadura de La Palma. Durante el camino, en los avituallamientos comí 2 plátanos, 2 chocolatinas Tirma®, queso, 2 vasos de caldo, 2 vasitos de café, 1 plato de pasta, 1 barrita de cereales y 1 energética de Powerbar®, trozos de chocolate Tirma® y trozos de naranja. En el avituallamiento de Tenoya, para cortar las arcadas, tuve que beber un vaso de Pepsi®.

Ropa:
Prenda INDISPENSABLE: un chubasquero. El mío es uno baratito de Quechua® comprado en el "decartón" que mantiene el calor (si no estás ya empapado dentro, jajaja) y protege MUY BIEN de la lluvia. Ya lo había probado pateando en Escocia con Sarito y, en la última etapa del GGW (Great Glen Way) entre Drumnadrochit e Inverness, nos cayó un tronco de agua (decir "un palo" resultaría, sencillamente, injusto) durante dos horas. El chubasquero aguantó perfectamente y no se coló ninguna gota. Es cierto, te hace sudar porque es de plástico, pero no te cala la lluvia.
Las licras: Bueno, arena y cal, la verdad. Usé unas Raidlight® talla "S" de Sarito que me ajustaban perfectamente. El problema es que, al cabo del kilómetro 100 ya me estaba "sollando" la ingle izquierda. No sé si es porque me lo puse mal o qué, pero me empezó a rozar y al final dolía un montón. De todos modos, la licra, en sí, no me hizo pasar frío en las piernas.
Calcetines: Usé unas medias Medilast-Sport® (las verdes y negras que conocemos todos) que son una maravilla. Con las licras pirata de Sarito y las medias Prosport de Medilast tenía toda la pierna cubierta y eso me ayudó a luchar contra el frío.

Frontales:

Mi frontal principal es un Zweibrüder® Led-Lenser H7. Sencillamente perfecto. Traga un montón de pilas a tope de potencia, es verdad, pero es muy ligero y convierte la noche en día. En la línea de salida, Gilberto Molina, de la tienda Zona Boxes me enseñó el H14 que lleva él. La batería dura mucho y la potencia lumínica dobla al mío, pero ese mamotreto en la cabeza debe pesar, no me vengas con historias, Gilberto. Yo prefiero cambiar pilas en Tunte.
Mi frontal secundario es un Petzl® Tikka de cuatro lámparas que ilumina muy bien y que te puede sacar de un apuro. Por supuesto, los dos frontales llevan pilas AAA de las que puedes comprar en casi cualquier lado.

Mochila:
Mi mochila es una Salomon® XA-Pro 15. La que lleva los dos portabidones delante, a la altura del pecho, y cuyo compartimento trasero es extensible. Allí podía llevar los dos frontales, las dos bolsitas con la comida que debía reponer en Tunte y en Las Niñas, el chubasquero, el móvil, la cartera con la documentación y la manta térmica. Lo llevaré para el UTMB. Ya hice la prueba de meter todo el material obligatorio y, extendiendo el compartimento, cabe todo perfectamente. Lo que aún tengo que ver es cómo diantres se pueden poner los dos bastones en esa mochila. Voy a terminar por ahorrarme estudios de tetris y le voy a coser los soportes elásticos de mi otra mochila Quechua®, me da igual, como montañeros que somos, las ñapas, es decir el tunning está muy bien mirado en el trail-running.

Bastones:
En el caso de la Transgrancanaria 123, yo no sé si algún día la haré sin bastones. Si el año que viene hago la de 96km, igual la hago sin bastones. Por supuesto que las otras dos distancias (42km y 24km) las haría sin bastones, pero la de 123km.....no sé, no sé. Muy fuerte me tengo que ver para hacerla sin otro apoyo. Como hice el año pasado, corrí la Trans con un baston Komperdell® de aluminio que me prestó Sarito. Para el UTMB estoy esperando que me llegue una pareja de Leki® Traveller Carbon (los amarillos y rojos con empuñadura de corcho, que utiliza Seb Chaigneau). Son de 3 tramos, quedan muy cortitos, lo cual está muy bien para viajar, son ligeros y cómodos de usar.


Zapatillas:
Err......¿De verdad tengo que hablar de las zapatillas? Uff, quería ahorrarme el trago de recordar lo que sufrí con lo único que me unía al suelo! La cuestión es que no quiero ser injusto con las zapatillas que llevaba. Tienen un lado bueno y otro malo. A ver, empecemos y el que quiera una valoración total, que no se pare en bueno y malo; es sólo una opinión subjetiva y es lo que me pasó a mí. No por ello debe pasarle a nadie más. Mis zapatillas eran unas Mizuno® Wave Ascend 4.
Yo antes utilizaba unas NewBalance® a las que decidí añadir una anteplantilla fabricada a base de recortar una de esas tapas de encuadernación que se usan al encuadernar con espirales. ¿Para qué? Pues bien, la idea me la dió, precisamente, un modelo de zapatilla de New Balance® que lo incorporaba en la entresuela para disipar el impacto con una piedra y convertirlo en una "irregularidad" del camino. La cosa no acaba ahí, mi tunning de zapatilla incorpora dos almohadillas que absorben impactos compradas en "decartón", pero de buena marca que están pegadas a la parte del talón de las mencionadas "plantillas". ¿Por qué? Pues porque en la Trans Sur Norte del 2009, llegué a la meta con una fascitis plantar producida por los contínuos impactos de mi talón en la bajada desde el Garañón hasta Teror. Bien, todo esto para explicar que utilicé en mis Mizuno® esas plantillas y, sobre ellas, las plantillas de la propia zapatilla. Aún así, al llegar al Garañón, podía sentir en las plantas de mis pies hasta las piedrecillas más pequeñas que había por allí. El dolor en las plantas de los pies ha sido indescriptible, con esas zapatillas, durante esta Trans. El año pasado, con las otras zapatillas, aparte de la plantilla "tuneada" y de la plantilla de serie, añadí otra plantilla Salomon® Ortholite al pack, con lo que la pisada tenía una sensación más acolchada. Quizás, no haber puesto esa otra plantilla es lo que me privó de llegar en una posición más adelantada.
Para la Artenara Trail, utilizaré unas LaSportiva® Raptor.
Primero entrenaré con ellas y, si noto sensaciones similares a las Mizuno, le meto doble plantilla y punto. Pero no todo van a ser "contras" en las Mizuno® Wave Ascend 4. He de reconocer que, en los tramos embarrados de Riquiánez, descenso hacia Santidad y as
censo hacia Los Giles, el agarre de esa suela es asombroso. Por supuesto que resbalé un par de veces, como si fuera con patines de línea, pero nunca con la sensación de que iba a dar con mis huesos en tierra. Pequeños resbalones de nada y a seguir corriendo. El agarre, lo dicho, genial. Felicidades, Mizuno® con ese detalle. En mojado, agarran MUY BIEN, pero no olviden repasar el apartado cushioning, por favor; en una carrera de más de 80km, se nota todo el suelo bajo los pies y eso, en el trail-running en nuestros pedregosos senderos no es nada bueno ni cómodo.

No me queda mucho más que añadir. Me siento muy feliz por haber llegado a la meta. Otra vez en menos de 24h lo cual me alienta bastante para el UTMB. He probado cosas que salieron muy bien y las que no lo hicieron, tienen mejora y sé cuáles son esas mejoras. Ahora, a pensar en junio.

lunes, 7 de marzo de 2011

FINISHER!!!!!!!!!!!!!!!! 23h42'09" The North Face® Transgrancanaria® 123km 2011

FINISHER!!!!!!!
Con un recorrido un poco más largo que el del año pasado (que la medición se había hecho mal y en realidad habían sido 121km) he conseguido llegar a la meta en 15 minutos menos. ¿Mi puesto? Tampoco corría yo para competir contra nadie, sino contra el tiempo (en todos los sentidos, climatológica y temporalmente hablando). Puesto 103 de la general - por primera vez, en una carrera por montaña, dentro de la primera mitad de clasificados- y 49 de mi categoría.
La carrera, per se, se suponía más cómoda al no tener que correr por el barranco de Los Vicentes, que es un auténtico pedregal. La salida se díó puntualmente, a las 00:00 de la noche del viernes en Playa del Inglés. Empecé a correr y a los pocos segundos me dí cuenta de que era el primero de la fila, pero poco después vi a mi izquierda a Lizzy Hawker con su particular estilo, corriendo a toda velocidad con unos 30 corredores detrás de ella, como si del flautista de Hamelin y sus 30 ratones se tratase. La playa se me dio muy bien, aunque la arena no era este año tan firme como en ediciones anteriores. El paseo de la Charca de Maspalomas fue bastante cómodo y no nos metieron en el cauce del Barranco de Tirajana hasta casi llegar a la autopista, lo cual se agradece. Ya metidos en el Barranco de Fataga, decidí bajar un poco el ritmo porque sabía lo que nos esperaba por delante: una kilometrada hasta el primer avituallamiento. La pista de los Gallegos fue muy cómoda y se podía correr muy bien en las zonas de llano y bajadas. Llegué a la Presa de Ayagaures muy bien de tiempo y muy cómodo. Aquí todavía no sabíamos lo que nos esperaba delante.

AGUA VA!!
Pasada la Presa de la Gambuesa y en plena ascensión por una calle de cemento, de repente y sin avisar, nos cae encima un "palo de agua". Llegan las prisas, hay que quitarse rápido la mochila y sacar los chubasqueros. En este tipo de carreras, los chubasqueros suelen estar plegados dentro de uno de sus propios bolsillos, con lo cual, antes de ponértelo, pierdes tiempo sacándolo de allí. Ese tiempo se traduce en más agua que te va empapando. Para cuando yo ya me lo había puesto, notaba totalmente empapados los manguitos, el maillot del equipo Arista, las licras, el Buff®, todo! Me puse el peto por encima del chubasquero para que me lo pegara más al cuerpo y así perder el menor calor posible. Creo, ahora, que fue la mejor idea que tuve en toda la noche, aparte de no dejar de caminar. Toda la ascensión por el Pinar de Trujillo y Camino del Diablo fue un no parar de tiritar, siguiendo los pies del que iba delante. Al llegar a la Degollada de la Manzanilla, la sensación térmica era similar a -3º. Descendemos hacia Tunte (San Bartolomé de Tirajana) y al llegar,el termómetro de la localidad marca 1º. El agua que se había colado por las zapatillas, a esa temperatura, me impedía sentir la planta de los pies ni los dedos. Me meto en el avituallamiento, atestado de corredores, pido un café, cojo un plátano y me lo echo al bolsillo, cojo unos tacos de queso y salgo a cargar agua en los bidones. Me meto en el Ayuntamiento de Tunte y me dispongo a cambiar las pilas del frontal y es que el Led Lenser® es ligero y convierte la noche en día, pero ¡Cómo traga pilas!
En ese momento, tomo mi segunda decisión acertada de la carrera: me digo "Dani, sal de Tunte, cag...., bueno, sal YA!". Me levanto, coloco todo en su sitio, entro en el avituallamiento, cojo una chololatina y me echo a caminar. ¡Uff, qué dolor en las plantas de los pies! El frío me ha helado los dedos y la sensación térmica es gélida, de "bajo cero". Decido que lo mejor es darle caña a la ascensión hacia la Cruz Grande, que será donde nos amanezca. Me uno a un chico de La Palma y, como va al mismo ritmo que yo, dejo que sea él el que hable y vamos juntos hasta arriba. Cuando llegamos a la Degollada de Cruz Grande me encuentro con Goyo, reciente ganador del Lava Trail de Lanzarote, que me da muchos ánimos. Giramos hacia la izquierda y tomamos la pista forestal que nos llevará hasta el Lomo Guaniles. Allí, en el inicio del descenso, me echo a trotar y el palmero se queda atrás hablando por teléfono. Durante el descenso, me encuentro con el grupo de tres alemanes que ya habían venido el año pasado. Les adelanto y prosigo mi descenso hasta Chira. Cruzo la presa y no me paro. Bajo como un disparo hacia Soria, aunque el descenso está plagado de "trampas" en forma de piedras resbaladizas. Casi llegando al muro, toca "pipí-pause". Llego muy bien a Soria, recuperado de las ascensiones y alegrándome de que el Sol empiece a salir. Aprovecho y me cambio.

HIER KOMMT DIE SONNE (AQUÍ VIENE EL SOL).
En Soria luce el Sol. Cruzo el muro de la Presa y me paro a quitarme el chubasquero, me pongo la gorra, las gafas de sol y retomo el ascenso por la carretera hasta llegar al inicio del sendero que nos conduce hasta la Presa de Las Niñas. Antes de llegar, me encuentro con un sueco que me dice que no se esperaba tanto frío en Gran Canaria -le contesto que yo tampoco me lo esperaba, pero que el tiempo es así- llegamos juntos al avituallamiento de Las Niñas y salimos hacia el Lomo de Los Almacenes. Durante mi ascenso, me adelantan dos daneses que, evidentemente, practican orientación. Iban casi todo el rato en línea recta, ni sendero ni leches, de "A" hacia "B" en línea recta ¡Vaya piernas, atajaban cuesta arriba por donde atajan descendiendo las bicis de MTB! Al llegar a la pista forestal, veo que se habían desviado del camino y vuelven al sendero (posiblemente tuvieron una "pipí-pause"). En ese momento, como ya sé que lo que hay por delante es un ascenso duro hasta el zig-zag de los pinos (es un punto de referencia mío) donde comienza un descenso corto, decido meterle caña a las piernas. Pensé que cuanto más rápido fuera en el ascenso, menos tiempo sufriría y, como el cardio iba genial, pues aproveché. He de reconocer que haber previsto la alimentación, las barritas, los geles y gelatinas de Enervit® con varios días de antelación, me vino muy bien. Ellos me siguen, pero los dejo atrás en el descenso posterior al zigzag. Tras ese descenso, por el Lomo del Manco, se repiten las subidas cortas y duras con las bajadas cortas y técnicas. En ese momento, me encuentro con Norbert, un señor austríaco muy simpático que, en su primera visita a Gran Canaria, se apunta a una 123. Proseguimos el camino juntos hablando alemán y llegamos hasta el avituallamiento del aserrador donde me encuentro con Pepa, del club Neophron (mi primer club de montaña) y Adassa, la hija de Yoyi, que están de voluntarias en ese puesto. Allí, como empieza de nuevo a hacer frío, me vuelvo a poner el chubasquero y sigo mi ascenso. Sé que lo peor ya ha pasado. Es curioso, a medida que voy participando en esta carrera, voy adelantando ese punto en el que me digo "Si ya has llegado hasta aquí, ya has pasado lo peor"; antes era el Garañón, luego El Roque Nublo y este año, El Aserrador ¡Cómo cambiamos!

VOLKENFELS (ROQUE DE NUBES)
El ascenso al Roque Nublo fue cómodo, muy rápido, teniendo en cuenta lo que ya llevábamos en las piernas y el frío que no se nos quitaba del cuerpo. Tras cruzar el control de paso del Roque Nublo, situado este año al lado de La Rana, comienzo mi descenso y me encuentro a Willid Hoballah y a Eolo (que me adelantarán posteriormente en el ascenso hacia el Montañón) lo cual me alegra mucho. El descenso desde el Roque Nublo hasta La Goleta es una carrera de slalom con los turistas que suben y bajan por el sendero. Llego al aparcamiento y comienzo una de las ascensiones más duras que conozco en esta isla. Es corta, de acuerdo, pero el desnivel que se salva es antológico. Además, este año, la zona de la cuerda ha cambiado y es más larga. Ahí me empiezo a sentir un poco agotado y me duelen horrores las plantas de los pies. Me cuesta, incluso, caminar. Decido que, para recuperar cardio y energías, debo continuar hasta el Pico de Las Nieves caminando y comiendo. Sólo deseo llegar al Garañón para comerme un plato de pasta caliente. Llego al Pico, paso el control y me echo a correr en el pronunciadísimo descenso que me llevará al Cortijo de Huertas. En el descenso adelanto a dos corredores, llego a los Llanos de la Pez, cruzo la carretera y me adentro en el bosque en dirección al Garañón.

EL GARAÑÓN
La parada en Garañón fue más larga de lo previsto. Pasé mucho tiempo intentando hacer algo que me evitara el dolor en la planta de los pies, más concretamente en la zona de las almohadillas anteriores a los dedos. Sinceramente, las Mizuno® Wave Ascend 4 no son las mejores zapatillas para correr por montaña en Gran Canaria. En el Garañón, podía notar hasta las piedrecitas pequeñas y trocitos de ramitas bajo mis pies. Del bolso del corredor cogí el rollo de tape y me fabriqué unas almohadillas a base de sobreponer unas tiras sobre otras. Luego, cogí el otro par de calcetines y me los puse sobre los que ya llevaba. Guardé las gafas de sol porque sabía que no las iba a necesitar más y me llevé también la bolsita de comida que tenía preparada. Devolví la bolsa a los voluntarios y comí. ¡¡¡Qué rica la pasta!!! Cómo se agradece un buen plato de pasta caliente después del frío que habíamos pasado!!!

CONSUMED BY THE PAIN (CONSUMIDO POR EL DOLOR)
Salgo del Garañón y el dolor en la planta de los pies se acrecenta. Me duele mucho y ya no sé a qué hora podré llegar a Las Palmas de Gran Canaria. Al iniciar el descenso hacia la Degollada de Becerra, me echo a correr. Puestos a que me duelan los pies, prefiero que me duelan el menor tiempo posible. Noto que, al correr cuesta abajo, me duelen un poco menos, pero es una ilusión. Llego a la Cruz de Tejeda, saludo a los puesteros y me echo a subir hacia la Cruz Chica. Allí me llama Sarito, ya llegó. Su esguince de tobillo está totalmente recuperado, el taping en forma de estribos que le puse la noche del viernes le ha funcionado y ha conseguido igualar su tiempo del año pasado, genial!!! . En cuanto puedo trotar, lo hago, pero allí arriba el frío también aprieta. Cruzo la carretera y me tiro cuesta abajo hasta Cueva Corcho donde me encuentro con dos teldenses con los que prosigo hasta Teror. Allí, yo me quiero tomar un vaso de caldo calentito (riquísimo, por cierto) y les digo que se marchen sin mí. Uno de ellos dice que si vamos los tres, pues vamos los tres, aunque al otro no lo ví muy convencido. Da igual, no es una actividad de senderismo, sino una carrera por montaña. Termino mi avituallamiento en la villa mariana y vuelvo a ponerme el frontal. Es casi de noche y me esperan aún unas 4 horas de pateo. Me despido de los voluntarios del puesto de control y sigo mi camino en dirección a Osorio. Empiezo a caminar y noto que he perdido sensibilidad en los pies, me echo a andar cuesta arriba por la carretera y, casi sin darme cuenta, estoy en la entrada a la Finca de Osorio, no troto, sólo camino, pero lo hago realmente rápido, como de costumbre. Llego a la casa y giro a izquierda para ascender al Pico. A lo lejos, unas luces rojas me dicen dónde está el grupito que llevo delante y subo a ritmo para cogerlos. Conozco la subida y el sendero que viene después. Sé que en ese sendero de la acequia, si quieres adelantar lo tienes muy crudo por la estrechez del camino. Llego hasta los teldenses, les saludo y les dejo atrás, me encuentro otra vez con Norbert, le saludo y le dejo atrás, llego hasta dos chicos de Rungosay, les dejo atrás y, justo a la entrada del sendero de la acequia, el que llevo delante se detiene para esperar a un compañero. Es el momento. En cuanto el camino llanea, me echo a trotar. Como dije antes, es una carrera por montaña, no una actividad de senderismo. Cruzo el puentito de la acequia con mucho cuidado y no paro de correr por el sendero. Comienzo a bajar por la ladera que resbala como el jabón y me voy al suelo (caray, no hay carrera de montaña en la que no me caiga!!) como es sobre barro, me levanto y sigo trotando y deslizando hasta llegar a las tierras de mi familia en Los Castillos. Por delante, veo en la oscuridad a Víctor, un chico alto del Atlefulca y llego hasta él. En la carretera, me encuentro con un grupo grande de corredores que van muy fuertes y que ascienden la cuesta de los militares trotando. Yo paso. Me duelen otra vez los pies y prefiero reservar fuerzas para el Lomo de Riquianez. Los chicos del Atlefulca se van para delante.

2º PALO DE AGUA
Al llegar al Lomo de Riquiánez, el grupo de lucecitas rojas que iban como aviones por delante, de repente se agrupan y bajan la velocidad, bajo mis zapatillas, el barro de Riquiánez forma una espesa capa de arcilla que dobla o triplica el peso de la zapatilla, en esto......zarpazo de agua. Vaya lluvia!! Otra vez!!
Decido que lo mejor es trotar ya que el barro se va a pegar de una manera o de otra. Llego hasta el grupo de delante, me uno a ellos, pero camino más rápido y, cuando me doy cuenta, los he dejado a una distancia suficiente como para acelerar mi ritmo sin que parezca que les estoy atacando. Me echo a correr buscando la cruz de Riquiánez y notando cómo las zapatillas agarran bastante bien en suelo resbaladizo (algo bueno tenían que tener, ¿No?). Llego hasta la cruz y, ¿Sorpresa! Delante de mí veo unos compresores Salomon® que me resultan familiares y una manera de correr que me resulta aún más familiar. Tras una kilometrada tremenda, me vuelvo a encontrar con Willid. Me sorprende, porque en la Challenge estaba súper fuerte y, en esta Trans también se le ve muy entero. Va con dos compañeros de equipo del Rungosay 2 y, en pleno descenso hacia Santidad, me echo a trotar por el embarrado sendero. No deja de llover, paso por Santidad como alma que lleva el diablo y sigo trotando, con cuidado, en el descenso hacia el Barranco de Tenoya. Sé que cuando llegue al pedregal, me quedarán 2 kilómetros hasta el puente y otros dos kilómetros hasta el ascenso al barrio. Por el barranco me sorprende que se pueda correr. La última vez que lo había entrenado con Sarito era casi imposible trotar. No me encontré a nadie en todo el barranco, paso el puente, saludo al macro-perro que hay en la casa del barranco, sigo trotando y se me acaba el barranco antes de lo previsto. Asciendo hacia el último avituallamiento, llego a Tenoya y me sorprendo al ver un nutrido grupo de personas animándome. Me paro en el avituallamiento porque iba un poco justo de agua. En esos momentos, siento arcadas por todos los potingues que me había metido ya en el cuerpo, entre geles, gelatinas, barritas energéticas, Enervit®, Flec-to-min®, Recuperat-ion® y Power-bar®. Necesito un refresco de cola que me pare las arcadas. Pido un vaso de Pepsi® y salgo del avituallamiento. Otra vez los dedos de los pies helados y el dolor en las plantas. A los pocos metros, carretera adelante, me cruzo con un corredor que viene en dirección contraria, con peto verde, es decir, de la mía, de la de 123km, le prgunto "Pero ¿A dónde vas, tío?" "no puedo más" -me responde, "se acabó, no puedo más". Le digo que aguante un poco, que sólo le queda la subida a Los Giles y la bajada a meta, que lo intente. Me dice que no (espero que en el avituallamiento haya tomado algo de comida, caldo, lo que sea y haya vuelto a caminar). Me despido y sigo mi camino, ya queda menos, mucho menos, muchísimo menos y yo lo que quiero es llegar de una vez. Llevo 23 horas cruzando la isla, llevo despierto desde las 12 del mediodía del viernes y ya va siendo hora de llegar a la meta. Me echo a trotar, llego al Morro de Canga (donde está la palmera), sigo trotando en dirección a Los Giles y veo luces rojas a lo lejos, no paro de trotar aunque el camino sea un barrizal y me resbalen las piernas. Llego a las primeras casas y en el pronunciado ascenso por la carretera, llego hasta un grupito al que no veía desde Teror. Volvemos a pisar tierra y aumento el ritmo, me pongo en cabeza de grupo y me marcho. Llego a la pista de tierra, busco las marcas y veo el reflectante a lo lejos. Sé que ahí se puede atajar, pero de noche y con las plantas de los pies así, prefiero tirar por la línea recta. Llego hasta ese sendero y subo como puedo por ese barrizal, llego a la otra pista de tierra y no me lo pienso, a trotar, hay que llegar, hay que llegar. Cruzo la carretera con cuidado, troto por el camino y adelanto a un chico que camina con dificultad, le digo "Ya llegamos, ya llegamos" me responde "eso parece, ya no queda nada". ¡Ese es el espíritu! No dejo de trotar, me acerco a la finca de los perros y me paro para colocar bien una cinta reflectante que casi no se ve, para que los que vengan detrás la divisen en cuanto entren en ese camino, la subida leve que hay después de los perros, la hago trotando, ya me da igual gastar la pila, he llegado hasta aquí guardando esa reserva de energía y es el momento de gastarla. Toco el asfalto de la carretera del "Agua Firgas" y ya ni noto las plantas de los pies. El agua, el frío y el barro me han quitado toda la sensibilidad en los dedos y, claro, como no siento ni los dedos ni las plantas, pues tampoco me duelen, aprovecho esa situación y me echo a correr, paso sobre la pintada de los 3km  a meta, veo dos luces rojas en la bajada, pintada muy bonita de Bichillo-Runner en la horquilla de derechas y automáticamente, pienso en Luis (¿Por dónde estará? ¿Qué tal le irá? ¡Espero que llegue bien a meta!) llego hasta el portador de la primera luz roja poco después de las vigas que cierran el paso a los vehículos, le saludo y le doy ánimos, llego hasta el siguiente más abajo, entre las naves industriales, en el suelo, paso sobre la pintada de los 2km, veo una pareja de luces rojas que marchan caminando, paso sobre la marca de 1km y poco antes de llegar al puente de Las Arenas les adelanto y les saludo, ya veo la carretera del Norte y los chalecos reflectantes de la Policía Local. Detienen el tráfico y me ayudan a cruzar la carretera, paso sobre la valla y ya veo la meta, no me lo creo, no me lo puedo creer, ya está, ya está, el Auditorio Alfredo Kraus!!! El arco de meta, el reloj de TopTime marca 23h41', acelero, mis pies no quieren pararse y mi cuerpo gasta hasta la última gota de energía, aún queda gente en el paseo animándonos, increíble, es sábado de carnaval y hay gente en la otra punta de la ciudad para animarnos, miro al público, veo a Sarito y la llamo, sigo corriendo, giro al final del parterre y encaro la meta.

META
La meta de la Transgrancanaria. Aquello en lo que todos pensamos al salir a las 00:00 desde Playa del Inglés está ahí delante. Me echo a llorar, recuerdo la salida, la lluvia en la Gambuesa, el frío en Tunte, el cansancio, el dolor en los pies....todo eso está a punto de acabar, veo a Carlos, mi cuñado, sacándome una foto en la recta de meta, quiero llegar ya, quiero llegar ya, acelero aún más, no me lo creo subo la rampa de meta como una exhalación, 23h42'09". FINISHER!!!!!! Foto, saludo al speaker y me encuentro con la familia, mi madre, Sarito, mis cuñis Mónica, Maite y Carlos, María Luisa la venezolana también esperó a que yo llegara. El montaje de la organización es tremendo, perfecto. Todo ha salido bien. Los avituallamientos eran como un oasis en un desierto, entro en la carpa de meta y me tumbo en las colchonetas. Poco a poco, van llegando los demás corredores. Estoy roto por fuera y totalmente agotado. No me queda batería en el cuerpo. Sólo quiero tumbarme. Sarito me trae una bolsa con zapatillas y un abrigo. Me quito el maillot, que no se ha secado en toda la carrera. Me quito las medias de presión. Qué maravilla de invento!!! Me quito el taping. Qué bien me vino en el barranco de Tenoya cuando pisé aquella piedra! De no haberlo tenido, aún estaría allí con el tobillo destrozado. Los estribos me salvaron el físico. Tengo los pies totalmente blancos de la humedad y del frío. Me pongo unos calcetines secos y Sarito me ayuda a incorporarme. Llega Víctor del Atlefulca, veo a Pepe de Arista, veo a Estrella, a Carlos González....Qué grandes son!!!! Necesito reponer líquido y me vuelven las arcadas, tengo mucha hambre y me faltan las fuerzas, se me apaga el cuerpo y tengo la batería bajo mínimos. Nos acercamos a la carpa de comedor y directamente me siento. Sarito me trae una cerveza (que es buena para reponerse tras un esfuerzo físico, aunque no se lo crean) y me da un trozo de tortilla. Casi no puedo comer, sólo quiero beber líquido. Apoyo la cabeza sobre los brazos, estoy desfallecido, desfallecido, agotado, helado, reventado por dentro, pero feliz, muy feliz, inmensamente feliz. He llegado por tercera vez a una meta de la Transgrancanaria y, por segunda vez, en la categoría de 123km!!! Además, este año, con todo lo que hemos pasado, he conseguido bajar mi tiempo. Mañana me llevaré a casa mi premio, mi chaleco The North Face® que dice que soy finisher.

La Transgrancanaria es como la vida; sólo hay una regla para superar las vicisitudes y es lo que me repetí una y mil veces durante la gélida madrugada del sábado bajo el aguacero hacia La Manzanilla:

YOU WILL NEVER SURRENDER (NUNCA TE RINDAS)

Como guinda a este pastel, vídeo de The North Face®: http://www.youtube.com/watch?v=aqNSrrLA6G0