miércoles, 9 de marzo de 2011

REFLEXIONES POST-TRANS-UMÁTICAS

Bueno, ya nos hemos recuperado casi del todo. Digo casi porque aún noto unas "cosas raras" en los gemelos. No las quiero llamar "agujetas" porque ya no lo son. Lo otro, que me molesta más aún que los gemelos, son las "solladuras" (como llamamos en Canarias a las rozaduras producidas por algún tejido sobre la piel) que tengo en las ingles y que me tienen hablando solo.

Una vez terminada la Transgrancanaria y pensando ya en la próxima cita, la Artenara Trail que se celebrará el 19 de junio, empiezo a valorar a posteriori las cosas que he ido aprendiendo durante los 123km de carrera.

Agua:
Genial el usar sólo los bidones y, puntualmente en la Presa de Las Niñas, un litro del camelback. Es infinitamente más cómodo correr con los bidones. El llevar agua en el camelback, como hacía en las anteriores carreras, sólo tenía como consecuencia un cansancio innecesario ya que siempre llegaba con mucha agua a los avituallamientos. En este caso, en ningún momento temí quedarme sin agua, aunque bien es cierto que siempre llegaba a los controles con alguno de los dos bidones vacío. En la Artenara Trail probaré lo mismo. Tengo entendido que en el UTMB, los avituallamientos están si cabe, aún más cerca unos de otros, lo cual refuerza la solución de sólo bidones con líquido y el camelback atrás (nunca se sabe), pero vacío.

Comida:
La comida que utilicé se resume en 3 barritas energéticas Enervit® (2 de cacao y 1 de manzana), 3 geles energéticos con cafeína Enervit®, 2 sobres de gelatina Enervit®, 2 sobres de Recuperat-Ion®, 1 sobre de Flec-To-Min® (que en el UTMB será Recuperat-Ion®), 2 sobres de Enervit® (que en el UTMB serán Recuperat-Ion®), 4 pastillas de goma y 1 rapadura de La Palma. Durante el camino, en los avituallamientos comí 2 plátanos, 2 chocolatinas Tirma®, queso, 2 vasos de caldo, 2 vasitos de café, 1 plato de pasta, 1 barrita de cereales y 1 energética de Powerbar®, trozos de chocolate Tirma® y trozos de naranja. En el avituallamiento de Tenoya, para cortar las arcadas, tuve que beber un vaso de Pepsi®.

Ropa:
Prenda INDISPENSABLE: un chubasquero. El mío es uno baratito de Quechua® comprado en el "decartón" que mantiene el calor (si no estás ya empapado dentro, jajaja) y protege MUY BIEN de la lluvia. Ya lo había probado pateando en Escocia con Sarito y, en la última etapa del GGW (Great Glen Way) entre Drumnadrochit e Inverness, nos cayó un tronco de agua (decir "un palo" resultaría, sencillamente, injusto) durante dos horas. El chubasquero aguantó perfectamente y no se coló ninguna gota. Es cierto, te hace sudar porque es de plástico, pero no te cala la lluvia.
Las licras: Bueno, arena y cal, la verdad. Usé unas Raidlight® talla "S" de Sarito que me ajustaban perfectamente. El problema es que, al cabo del kilómetro 100 ya me estaba "sollando" la ingle izquierda. No sé si es porque me lo puse mal o qué, pero me empezó a rozar y al final dolía un montón. De todos modos, la licra, en sí, no me hizo pasar frío en las piernas.
Calcetines: Usé unas medias Medilast-Sport® (las verdes y negras que conocemos todos) que son una maravilla. Con las licras pirata de Sarito y las medias Prosport de Medilast tenía toda la pierna cubierta y eso me ayudó a luchar contra el frío.

Frontales:

Mi frontal principal es un Zweibrüder® Led-Lenser H7. Sencillamente perfecto. Traga un montón de pilas a tope de potencia, es verdad, pero es muy ligero y convierte la noche en día. En la línea de salida, Gilberto Molina, de la tienda Zona Boxes me enseñó el H14 que lleva él. La batería dura mucho y la potencia lumínica dobla al mío, pero ese mamotreto en la cabeza debe pesar, no me vengas con historias, Gilberto. Yo prefiero cambiar pilas en Tunte.
Mi frontal secundario es un Petzl® Tikka de cuatro lámparas que ilumina muy bien y que te puede sacar de un apuro. Por supuesto, los dos frontales llevan pilas AAA de las que puedes comprar en casi cualquier lado.

Mochila:
Mi mochila es una Salomon® XA-Pro 15. La que lleva los dos portabidones delante, a la altura del pecho, y cuyo compartimento trasero es extensible. Allí podía llevar los dos frontales, las dos bolsitas con la comida que debía reponer en Tunte y en Las Niñas, el chubasquero, el móvil, la cartera con la documentación y la manta térmica. Lo llevaré para el UTMB. Ya hice la prueba de meter todo el material obligatorio y, extendiendo el compartimento, cabe todo perfectamente. Lo que aún tengo que ver es cómo diantres se pueden poner los dos bastones en esa mochila. Voy a terminar por ahorrarme estudios de tetris y le voy a coser los soportes elásticos de mi otra mochila Quechua®, me da igual, como montañeros que somos, las ñapas, es decir el tunning está muy bien mirado en el trail-running.

Bastones:
En el caso de la Transgrancanaria 123, yo no sé si algún día la haré sin bastones. Si el año que viene hago la de 96km, igual la hago sin bastones. Por supuesto que las otras dos distancias (42km y 24km) las haría sin bastones, pero la de 123km.....no sé, no sé. Muy fuerte me tengo que ver para hacerla sin otro apoyo. Como hice el año pasado, corrí la Trans con un baston Komperdell® de aluminio que me prestó Sarito. Para el UTMB estoy esperando que me llegue una pareja de Leki® Traveller Carbon (los amarillos y rojos con empuñadura de corcho, que utiliza Seb Chaigneau). Son de 3 tramos, quedan muy cortitos, lo cual está muy bien para viajar, son ligeros y cómodos de usar.


Zapatillas:
Err......¿De verdad tengo que hablar de las zapatillas? Uff, quería ahorrarme el trago de recordar lo que sufrí con lo único que me unía al suelo! La cuestión es que no quiero ser injusto con las zapatillas que llevaba. Tienen un lado bueno y otro malo. A ver, empecemos y el que quiera una valoración total, que no se pare en bueno y malo; es sólo una opinión subjetiva y es lo que me pasó a mí. No por ello debe pasarle a nadie más. Mis zapatillas eran unas Mizuno® Wave Ascend 4.
Yo antes utilizaba unas NewBalance® a las que decidí añadir una anteplantilla fabricada a base de recortar una de esas tapas de encuadernación que se usan al encuadernar con espirales. ¿Para qué? Pues bien, la idea me la dió, precisamente, un modelo de zapatilla de New Balance® que lo incorporaba en la entresuela para disipar el impacto con una piedra y convertirlo en una "irregularidad" del camino. La cosa no acaba ahí, mi tunning de zapatilla incorpora dos almohadillas que absorben impactos compradas en "decartón", pero de buena marca que están pegadas a la parte del talón de las mencionadas "plantillas". ¿Por qué? Pues porque en la Trans Sur Norte del 2009, llegué a la meta con una fascitis plantar producida por los contínuos impactos de mi talón en la bajada desde el Garañón hasta Teror. Bien, todo esto para explicar que utilicé en mis Mizuno® esas plantillas y, sobre ellas, las plantillas de la propia zapatilla. Aún así, al llegar al Garañón, podía sentir en las plantas de mis pies hasta las piedrecillas más pequeñas que había por allí. El dolor en las plantas de los pies ha sido indescriptible, con esas zapatillas, durante esta Trans. El año pasado, con las otras zapatillas, aparte de la plantilla "tuneada" y de la plantilla de serie, añadí otra plantilla Salomon® Ortholite al pack, con lo que la pisada tenía una sensación más acolchada. Quizás, no haber puesto esa otra plantilla es lo que me privó de llegar en una posición más adelantada.
Para la Artenara Trail, utilizaré unas LaSportiva® Raptor.
Primero entrenaré con ellas y, si noto sensaciones similares a las Mizuno, le meto doble plantilla y punto. Pero no todo van a ser "contras" en las Mizuno® Wave Ascend 4. He de reconocer que, en los tramos embarrados de Riquiánez, descenso hacia Santidad y as
censo hacia Los Giles, el agarre de esa suela es asombroso. Por supuesto que resbalé un par de veces, como si fuera con patines de línea, pero nunca con la sensación de que iba a dar con mis huesos en tierra. Pequeños resbalones de nada y a seguir corriendo. El agarre, lo dicho, genial. Felicidades, Mizuno® con ese detalle. En mojado, agarran MUY BIEN, pero no olviden repasar el apartado cushioning, por favor; en una carrera de más de 80km, se nota todo el suelo bajo los pies y eso, en el trail-running en nuestros pedregosos senderos no es nada bueno ni cómodo.

No me queda mucho más que añadir. Me siento muy feliz por haber llegado a la meta. Otra vez en menos de 24h lo cual me alienta bastante para el UTMB. He probado cosas que salieron muy bien y las que no lo hicieron, tienen mejora y sé cuáles son esas mejoras. Ahora, a pensar en junio.

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